Serena Williams_Justine Henin 64 36 62
Henin era la última esperanza de frenar la bestia que nace en la Williams cuando se trata de un Grand Slam.
No pudo ser, y nada de excusas de que la belga no estaba rodada por causa de su retirada en los meses anteriores.
Henin ya ha enseñado su buen nivel en la gira australiana y aunque se han observado algunas fisuras, éstas eran innerentes a su juego habitual.
La Williams se crece ante el olor a dólar fresco, y sobre todo ante la friolera de 1 millón de dólares.
Ni la lesión más dura podría suplantar el vencer un Grande.
24 horas antes le preguntaron por su retirada del circuito y ella contestó con su habitual educación: "Ni aunque me peguen un tiro por la espalda, pensaría en ello".
Mucha técnica, mucho juego, mucho tenis exhibe la americana, pero lo suplanta todo con la escasa o nula educación que le caracteriza y sino recordamos el abierto anterior, donde queda patente la ridícula multa que le implantaron en acorde a la violencia verbal que le surge expontáneamente de su perversa mente.
Genio con la raqueta y diablo como carácter son sus señales de identidad.
Henin tendrá que volver a intentarlo sobre el jardín privado de Wimbledon, que parecen propiedad de las americanas.
Esta final fue la crónica de la desgracia de la belga que no supo aprovechar los momentos clave, como ya le pasó a otra grande del tenis actual, la bielorusa Victoria que también lo tuvo en sus manos...
El tenis es así y en cierto modo todo es lógico y el propio montaje comercial vuelve a triunfar, aunque bajo mi modesta opinión, el fenómeno Williams, lejos de hacer más grande este deporte, lo sigue degradando.
Lo único positivo es que ahora desaparcen del circuito hasta despertar otra vez en su jardín privado, en Wimbledon...
El aroma a "dólar fácil" volverá a despertar a las Williams..
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